París, la ciudad de la luz, soñada por muchos, con monumentos tan famosos como la Torre Eiffel y la catedral de Nôtre-Dame, centro de la alta costura y cuna del arte con barrios tan famosos como Montmartre y su Moulin Rouge.
Viaje a París para el mes de Enero, pleno invierno europeo, y esta ciudad me recibió con -15 grados. Un shok bastante fuerte para alguien que viene de un verano argentino.
El aeropuerto internacional Charles de Gaulle tiene una organización impecable. Es enorme, pero no hay manera de perderse por la cantidad de señalización.
Del aeropuerto me dirigí a la terminal de trenes, anexa a Charles de Gaulle. De ahí tomé un tren que me dejó en el centro de París, cerca de la Torre Eiffel.
Eso sí, lo primero que hay que conseguir es algún plano de las líneas del subte, hay muchas, y es mejor informarse primero. El billete de subte se usa y mucho, así que también recomiendo sacar un paquete especial de 10 boletos o más, con los cual te otorgan un descuento.
Además, el transporte parisino es perfección pura. La frecuencia de los días domingos, es casi igual a la de los días de semana. Siengo argentina y sabiendo por lo que pasamos usando transportes públicos, esto fue como estar en el paraíso.
Pero no cabe duda de que comencé mi itinerario por el símbolo de la ciudad, la imponente Torre Eiffel. Es uno de los monumentos más visitados mundialmente y París es visitada anualmente por un promedio de 6 millones de turistas.
Esta ciudad no sería lo que es hoy en día sin la imagen de la Torre Eiffel sobresaliendo en el paisaje.
Inicialmente fue utilizada para pruebas del ejército con antenas de comunicación, hoy sirve, además de atractivo turístico, como emisora de programas radiofónicos y televisivos.
Fue construida para la Exposición Universal que se realizó en París en conmemoración de los 100 años de la Revolución Francesa, siendo inaugurada el día 31 de marzo de 1889.Son tres pisos los que tiene este monumento. Desde la punta de la torre e incluso desde el segundo piso, se pueden apreciar muchas de las principales atracciones turísticas y monumentos de París, tales como el Arco del Triunfo , el Louvre, el Musée d'Orsay, la Catedral de Notre Dame, la Basílica de Sacre-Coeur (o del Sagrado Corazón), Trocadero y Champ de Mars, entre otros puntos importantes de la ciudad.
Para subir, hay diferentes opciones. Si estas en buena forma, se puede subir por los más de 1665 escalones y si no estas hecho un deportista, o sea, para la mayoría, existen ascensores panorámicos que nos podrán dejar bien en el primer, o bien en el segundo piso, una opción muy poco recomendable para aquellos que padezcan de vértigo, especialmente si corre algo de viento. En las dos alturas donde se puede subir existen diferentes tiendas de recuerdos, además de dos restaurantes de lujo.
Cuando yo la visité, el tercer piso estaba cerrado por los fuertes vientos y el temporal que había sobre la ciudad.
Pero, sin lugar a dudas, desde el segundo nivel podremos tener una de las mejores vistas de París.
Cuando aparece el atardecer, la Torre Eiffel se ilumina totalmente con más de 20 mil luces y 300 proyectores dando lugar a un maravilloso espectáculo. Los primeros 10 minutos de cada hora después del atardecer, la torre se llena de chispas luminosas que inundan su estructura, si te es posible, procura ver este espectáculo desde la torre y desde el Champ de Mars y Trocadero. Es un espectáculo para no perderse!
En la próxima publicación les seguiré contando sobre París, sus barrios más famosos y los atractivos que no deben perderse si pretenden visitar esta ciudad algún día.