Una nueva aventura por el continente americano comenzaba. Nuestro nuevo destino era la Riviera Maya en México. El plan del viaje era hacer base la mitad del viaje en Cancún y la otra mitad en Playa de Carmén y desde estas ciudades recorrer los atractivos turisticos de la zona.
En está oportunidad decidimos tomar un vuelo directo, sin escalas. Y la única aerolinea que brinda esta alternativa es la de bandera de Argentina, Aerolíneas Argentinas. El vuelo AR1370 salió desde el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini a las 22.50hs y si hay algo que nos encanta de los vuelos nocturnos es la posibilidad de ver las ciudades iluminadas desde el aire, realmente algo muy mágico.
Vista aérea de la ciudad de Buenos Aires por la noche |
El vuelo directo con Aerolíneas Argentinas tiene una duración de unas 9 horas. Al salir por la noche nos ofrecieron la cena, la cual optamos por un pastel de papa súper salado y más tarde, antes de llegar a destino nos sirvieron el desayuno.
Hay que destacar como un punto negativo de este vuelo, o tal vez más que nada del avión, que el mismo tenía una música ambiente que sonaba a un volumen relativamente alto, incluso cuando ya habían apagado las luces para permitir a los pasajeros dormir, lo que dificultaba un tanto conseguir quedarse dormido. Además, la pantalla de entretenimiento, ubicada en el respaldo del asiento delantero, no era más que una televisión en la que cada canal pasaba una película diferente. Lo malo de este sistema es que uno no podía elegir libremente que ver e ir pausando o retrocendiendo, sino que era más como un zapping normal que otra cosa, entonces uno llegaba a un film que le interesaba pero ya estaba empezado hacía 40 minutos y no había manera de volver atrás. Quizás no es algo muy importante en sí, pero para un vuelo de 9 horas, es para tener en cuenta.
Formularios de Aduana y de Migraciones para entrar a México |
Dato importante es que para los argentinos que visitamos México, el único requisito es tener pasaporte.
Luego de unos 7000 kilómetros de viaje llegamos a la ciudad de Cancún a las 06.00hs. La diferencia horaria era de dos horas menos que en Argentina, por lo que el famoso Jet Lag no afecta demasiado. Una vez bajados el avión, pasar por Migraciones (donde nos hicieron varias preguntas sobre nuestro motivo de viaje y donde íbamos a estar hospedados), la Aduana y cambiar algo de dinero, finalmente ya estábamos en Cancún.
Al salir del aeropuerto, nos invade el aire caribeño, húmedo, caluroso y denso, nos dicen que es así todo el año. Y además bastante inestable, con sol durante unas horas, luego lluvia (incluso tormenta), nuevamente sol, etc. Esto último lo confirmaríamos inmediatamente al día siguiente.
Tomamos un traslado compartido de la empresa Destination Services desde el aeropuerto hacia nuestro hotel en el centro de la ciudad, LQ la Quinta. Decidimos primero hacer base en el centro de Cancún para hacer las excursiones. Sí bien esta ciudad es conocida por su zona hotelera y sus All Inclusive, creemos que no vale la pena hospedarse en ellos si tienen planeado hacer excursiones que llevan todo el día, ya que no podrían hacer uso del sistema todo incluido del hotel.
Una vez dejadas nuestras pertenencias en el hotel, nos fuimos a recorrer el shopping Plaza Las Américas, que forma parte del Malecón Las Américas, el centro comercial más grande de esa zona de Cancún. Allí se puede encontrar todo tipo de negocios y una enorme variedad de marcas reconocidas mundialmente. Hay también cine y un amplio sector de comida, y varios lugares para cambiar dinero a un muy buen precio. Es un lugar sumament recomendable si uno quiere hacer compras y por qué no, refugiarse del calor disfrutando del aire acondicionado.
Luego de un muy necesario almuerzo, decidimos partir a visitar la costa. La playa más cercana en este caso era Playa Las Perlas, y así tener un primer contacto con el famoso mar mexicano. Javier, el recepcionista del hotel nos dijo que no era mucha distancia para ir caminando, pero no fue así.
Empezamos a caminar desde antes del kilómetro 1 del Boulevard Kukulkan en búsqueda de la playa que nos había recomendado. El intenso calor no es un buen aliado para caminar tanta distancia y encima con chancletas (en serio, usen zapatillas cómodas). Pensábamos que no íbamos a llegar más, pero luego de casi 2 horas vimos la entrada a la playa y caminamos hacia ella.
La primera impresión no fue muy buena, o por lo menos no fue lo que uno esperaba. El color del agua no era como el de las fotos y había muchas algas en el mar. Además, las playas eran realmente pequeñas, en algunos puntos con tan solo 3/4 metros de arena. Decidimos seguir caminando por la arena bordeando el mar y por suerte la calidad de las playas iba mejorando. Las playas en Cancún son públicas, ustedes pueden sentarse en cualquier parte aunque pasen por hoteles privados con salida al mar. Así que recuerden esto.
Instantáneas de Cancún |
Agobiados por el calor, el cansancio por el vuelo (imposible dormir con tanta turbulencia y con la música de ambiente) y la tormenta que se avecinaba, decidimos volver al hotel para prepararnos para el siguiente día donde visitaríamos el sitio arqueológico de Chichen Itzá.
Una postal del clásico cielo que se ve en la Riviera Maya |
En el siguiente post les contaremos cuales son las opciones para ir a Chichen Itzá y cual fue nuestra experiencia en este sitio arqueológico y nadando por primera vez en un cenote.
¡Hasta la próximal!
1 comentario:
¡Volviste al blog! Qué bueno.
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